jueves, 27 de agosto de 2009

Los sacerdotes y la defensa de los nativos amazónicos


Acusan de rebelión a Obispo José Luis Astigarraga Lizarralde

A la carga con todos los que apoyaron la huelga amazónica. Esa parece ser la consigna del gobierno. Ni la Iglesia se salva, aunque en realidad no toda la institución religiosa. Sólo los sacerdotes que asumen la defensa de los pobres y sus derechos. Si Alan García hubiera sido virrey del Perú en el siglo XVI, hubiera mandado a la hoguera al padre Bartolomé de las Casas.El lunes 17 de agosto fue citado el Obispo del Vicariato Apostólico de Yurimaguas, José Luis Astigarraga Lizarralde, para rendir su manifestación por estar inmerso en el presunto delito de instigación a la rebelión en agravio del Estado peruano; sin embargo no se presentó, lo que ha puesto en evidencia la persecución del Estado contra los que apoyaron la huelga, acusándolos de instigadores. Evidentemente ninguna persona puede sustraerse a investigaciones policiales y judiciales, pero la cosa no es simple en el caso de los sacerdotes. Habría que enjuiciar al cardenal Juan Luis Cipriani por intervenir en política. Pero eso es imposible. Es intocable por el régimen, ya que su sotana es útil a la derecha. El Perú y la Santa Sede ampliaron y suscribieron en 1980 un convenio, en cuyos artículos 2 y 3 se determinan que los obispados tienen personería jurídica de carácter público. La misma Constitución en su Artículo Nº 50º reconoce a la iglesia como un elemento importante en la formación histórica, cultural y moral, no como parte del estado peruano. La jerarquía de la Iglesia Católica recibe asignaciones de parte del Estado, de acuerdo a una escala determinada y según el nivel, se calcula por los ingresos de un ministro de estado.El artículo Nº 50 de la Constitución referido a las relaciones entre el Estado, Iglesia Católica y otras confesiones dice: “Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, y le presta su colaboración. Sin embargo, esta colaboración no implica que los sacerdotes deben guardar silencio frente a las injusticias de los poderosos y las autoridades. Cipriani en Ayacucho, si guardó silencio en todos los idiomas, frente a la violación de los derechos humanos. Ahora es valiente y abre la boca, teniendo como respaldo a su vecino y amigo.
Fuente: Diario La Primera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apoyemos a los que apoyan a nuestros hermanos menos favorecidos. Los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas MISIONEROS, que dejan de lado cualquier interés personal por estar junto a los más pobres de los pobres, merecen nuestro respeto y apoyo.
El Obispo Astigarraga cumple cabalmente con su deber de pastor, protegiendo y cuidando a sus ovejas.
Es más, el gobierno antes de denunciar debería investigar. El Obispo Astigarraga estuvo de viaje de trabajo en Europa durante los meses de Mayo y Junio. No estuvo en la zona de conflicto. Es más, es Obispo de Yurimaguas, que está bastante lejos de Bagua.
El Pecado del Obispo? Haber defendido al Padre Mario Bartolini, defensor del pueblo de Barranquita contra los intereses del Grupo Romero, aparentemente defendido por el Gobierno Aprista.

Anónimo dijo...

Soy Colombiana, mayor de edad, mi nombre es Ingrid Matta, quería expresar en este bloq que me genera escozor lo que está sucediendo respecto a las acusaciones de rebelión en contra Monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde.

En realidad me queda la duda, y una profunda inquietud sí esta acusación, no tiene detrás intereses políticos, desprovistos de todo respeto hacia un servidor incondicional y abnegado de la Iglesia Católica y hacia los navitos amazónicos.

Haciendo un seguimiento detallado de este evento, leí en internet que el Señor Obispo en una conversación telefónica mantenida con ZENIT hizo un llamamiento al alto a la violencia, venga de donde venga, y a un diálogo concreto que supere las causas que han provocado la tensión.

"Mi llamamiento urgente --dice el prelado-- es que así como existe una prevención de enfermedades, también tiene que darse una prevención para que no se produzcan los actos violentos".

"Y esta prevención se logra con una cultura de diálogo. Eso va a traer el que la gente se sienta en paz consigo y se vincule uno con otro y la gente intercambie las propias experiencias. De este modo, la gente puede ver y buscar el bien común de todos: ante todo la vida, que es lo más fundamental".

Los nativos, cerca de 5.000 pertenecientes a 65 etnias amazónicas, llevan casi dos meses de protestas contra unos decretos legislativos que consideran inconstitucionales, por juzgar que atentan contra su derecho a las tierras que ocupan desde tiempos ancestrales.

Estos diez decretos se han promulgado en virtud de las facultades por seis meses que dio el Congreso al presidente Alan García para adecuarse a las condiciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Los decretos afectan a cuestiones de propiedad de la tierra, ríos, explotación de hidrocarburos, etc.
Aquí debe estar la clave de todo lo que está sucediendo...

Según explica el prelado, "los indígenas y campesinos tienen derecho a ser consultados cuando se promulga una ley y a ser escuchados. Y no han sido consultados".

¿Cómo se explica entonces que ahora sea acusado de rebelión?

Mis mejores deseos para usted Señor Obispo, que Dios le guie y acompañeen esta defensa,

Reciba todo mi respeto y admiración,

Ingrid Matta